Por: Asael Grande
Una noche para celebrar las raíces, tradiciones y el espíritu navideño de México se vivió como parte de la programación de invierno de la Dirección del Sistema de Teatros de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México, en la que la nueva Reina del Mariachi, Rosy Arango, presentó en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris el espectáculo La Gran Posada Mexicana, una propuesta que revivió la calidez, la alegría y las tradiciones de las festividades decembrinas a través de la música, el color y la identidad mexicana.
Reconocida como una de las principales exponentes de la música mexicana contemporánea, Rosy Arango se ha consolidado como una de las voces femeninas más representativas del género. Su talento, carisma y compromiso con la preservación del patrimonio musical de México la han llevado a presentarse en escenarios nacionales e internacionales, compartiendo su voz con grandes figuras y proyectando la riqueza cultural del país ante públicos de diversas latitudes.
La Gran Posada Mexicana fue más que un concierto: fue una experiencia escénica que invitó al público a reencontrarse con sus raíces y con la alegría de las festividades tradicionales. A través de un repertorio cuidadosamente seleccionado, Rosy Arango evocó aquellas noches de posada en las que las calles se llenaban de luces, cantos y sonrisas.
El espectáculo que tuvo como invitados especiales a ‘Huarachín y Huarachón’, clásicos de la comedia blanda de los 80, integró cantos típicos de distintas regiones del país, interpretados con arreglos que resaltaron la diversidad y riqueza sonora de México. Pastores, diablitos, mariachis y coros acompañaron la voz de la llamada Rosa Mexicana en una puesta en escena que combinó música, tradición y un toque de nostalgia.
No podía faltar la letanía para pedir Posada, Rosy Arango, y de interpretar Chilpayatito Dios (de Carlos Eguía González), Rosy cantó canciones referentes a los siete pecados capitales. Con un espectáculo muy entrañable, multidisciplinario, colorido, poniéndole su sello personal con un poco de picardía Rosy Arango hizo que los asistentes entonaran canciones como México, Ángel y Pastor; Perfume de Gardenias, El mudo, El ladrón, La Boa, un recorrido musical por canciones que son del dominio público y cuyo su origen viene de diferentes partes de la República Mexicana, como Oaxaca y Michoacán.
Recorriendo con canciones navideñas de nuestro México, Arango, nuestra “Rosa Mexicana”, quien se caracteriza por su fuerza interpretativa que ha dado continuidad al legado de la música popular mexicana desde hace más de 20 años, cantó, acompañada de sus músicos temas como ‘México, Ángel y Pastor’, Chilpayatito Dios, o el canto navideño michoacano, Somos Inditaralas, entre otras más, entré las que destacó un homenaje musical a Chava Flores, Lucha Villa, Paquita la del Barrio, y Juan Gabriel.
En medio de cantos navideños auténticamente mexicanos, piñatas de colores, Rosy Arango, La Reina del Mariachi, presentó en tan bello recinto, el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris una Posada Mexicana, siguiendo el legado de rescate musical que la música regional y de mariachi nos dejó.
Se vivió una noche con aroma a ponche, sabor a tejocote y ritmo de piñata, un recorrido emocional que hizo recordar la importancia de compartir, pedir posada y celebrar en comunidad. Con La Gran Posada Mexicana, la cantante reafirmó su papel como embajadora de la música y la identidad nacional, celebrando una época que une corazones a través de las tradiciones, la fe y el arte.
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