**Degustar raicilla en su lugar de origen no es solo una cata: es un viaje al corazón de Jalisco
En el extremo sur de Costalegre, entre playas tranquilas, pueblos auténticos y una hospitalidad que se siente desde la primera sonrisa, se encuentra Cabo Corrientes, un destino donde la cultura, la naturaleza y el sabor se entrelazan en una experiencia única: conocer la raicilla, el destilado artesanal que encapsula la historia, la pasión y la identidad de esta región jalisciense.
A diferencia de otras bebidas tradicionales, la raicilla conserva su carácter genuino y artesanal. Se elabora a partir de agaves silvestres que crecen bajo el sol costero y se transforma lentamente en tabernas familiares, donde cada maestro raicillero imprime su toque personal. El proceso, que combina el fuego, la paciencia y la herencia cultural, es una celebración viva del trabajo manual y del respeto por la tierra.
Recorrer los caminos de El Tuito, cabecera municipal de Cabo Corrientes, es abrir la puerta a un mundo donde la tradición sigue viva. Allí, podrás conocer tabernas tradicionales y participar en recorridos guiados que revelan el arte detrás de cada botella. El aroma del agave cocido, el sonido del alambique y la calidez de los productores locales convierten la visita en una experiencia sensorial completa.
El resultado es una bebida única, de notas ahumadas, terrosas y salinas, que reflejan la diversidad del paisaje costero y la personalidad de quienes la producen.
Esta tradición viva representa más de 400 años de historia y resistencia cultural, reconocida oficialmente con Denominación de Origen desde 2019. Su producción artesanal no solo mantiene vivas las costumbres de la región, sino que apoya a comunidades rurales y fortalece el turismo sustentable en Cabo Corrientes. Cada botella es el resultado del esfuerzo conjunto de familias que han conservado este legado por generaciones.
Visitar este lugar es recorrer una ruta que combina sabores, naturaleza y cultura. Las rutas raicilleras se entrelazan con playas vírgenes, ríos cristalinos y escenarios naturales que capturan la esencia de Costalegre. Degustar raicilla en su lugar de origen no es solo una cata: es un viaje al corazón de Jalisco, una oportunidad para comprender cómo el entorno y las manos de los artesanos dan vida a una bebida con alma propia.
Vivir la experiencia de la raicilla es saborear la esencia misma de Costalegre, una tierra que combina tradición, sabor y naturaleza en perfecta armonía.


