Brindan consejos para cierre emocional de fin de año

En la tercera temporada de Voces y Miradas, podcast de la División de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), Unidad Iztapalapa, con la conducción de Christelle García, presentó una reflexión sobre el balance anual, un tema que invitó a cuestionar la presión social, los duelos no resueltos y la manera en que cada persona enfrenta la conclusión de sus propios ciclos.

En el episodio seis, la psicoterapeuta Sandry Rodríguez Fuentes, reflexionó sobre la terminación emocional de fin de año y lo que implica hacerlo sin violencia hacia uno mismo; ofreció herramientas prácticas y una perspectiva psicológica para lograrlo.

Explicó que el mes de diciembre funciona como detonador emocional, para cerrar ciclos personales, laborales o afectivos. En esta época, las comparaciones y las expectativas se intensifican: surge la tensión por sentirse “bien”, la idea de que, si no hubo grandes éxitos, fue un fracaso; concentra estos malestares y actúa como un espejo que amplifica lo pendiente, lo pospuesto o lo inconcluso, convirtiéndose en una carga emocional pesada.

A muchos les dicen que cumplir metas, ser productivos, aguantar y resistir para continuar; pero pocas veces se enseña a elaborar duelos, aceptar pérdidas y cambios; la finalización de ese periodo requiere cuestionarnos no solo qué alcanzamos, sino también qué nos dolió, qué aprendimos de nosotros mismos y quiénes dejamos de ser. En esta reflexión, solemos lastimarnos: nos exigimos avanzar con rapidez, nos reprochamos no estar "mejor".

La autocrítica se convierte en una forma de hostilidad interna, generalizada y silenciosa, que invalida nuestras experiencias porque no encajan en el ideal social de superación continua. La aflicción no es un obstáculo, es un paso indispensable para habitar la vida sin un alto costo emocional, “no todos los años inician igual, ni todas las personas parten de lo mismo, ni se puede cerrar ese lapso de manera perfecta”, señaló.

Expresó que solemos asociar el valor personal al triunfo, condicionados por proyecciones ajenas que, al no cumplirse, generan ansiedad. “¿Cuánto de lo que nos proponemos es propio y cuánto es impuesto por la presión social? Es clave cuestionar en qué basamos nuestros propósitos y con quién nos comparamos”.

Es necesario preguntarse sobre qué queremos dejar de normalizar, llegar con honestidad hacia nosotros mismos y con conciencia plena de que no todo está resuelto, aceptar los logros, disfrutar lo que se tiene, reconocernos sin juzgar. No todo debe explicarse, a veces basta con saber qué nos hace sentir bien, qué me marcó, qué comprendimos y qué nos da la paz.

La maestra en letras Mexicanas Adriana María Hernández Sandoval, habló sobre lectura y escritura en la universidad como un entorno académico cada vez más exigente y especializado.

La profesora e investigadora de la UAM, Unidad Iztapalapa, comentó que el alumnado se enfrenta a terminologías y textos densos que a veces no comprenden, además de la dificultad para distinguir fuentes confiables y lo que genera nerviosismo. “La literacidad es una necesidad y un derecho académico del alumnado, reduce desigualdad educativa, permite participar, cuestionar y aportar en la vida universitaria, escribir para pensar y comprender”.

En la tercera parte el doctor en Estudios Culturales, David Román Islas Vela, profesor de sociología de la Unidad Iztapalapa de la UAM, abordó el tema del envejecimiento en México, analizó el aumento en la población adulta en un contexto de profundas desigualdades.

Comentó la importancia de conocer en qué condiciones se está enfrentando esta etapa, no sólo en lo biológico sino sus implicaciones poblacionales e institucionales; explorando políticas públicas, sistemas de salud y cuidados, atendiendo el envejecimiento poblacional desde múltiples aristas.

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